
La psicología humanista surge en el siglo XX entre las décadas de los años 50 y 60 en los Estados Unidos, con el fin de bridarle a la psicología una mirada más humana en la relación terapéutica entre paciente y psicólogo, adquiriendo así el nombre de la tercera fuerza, la cual percibe al ser humano como una totalidad y como tal debía ser tratado en un espacio psicoterapéutico, a diferencia de los modelos clásicos psicoanalítico y conductual existentes en ese momento, quienes se centraban en trabajar los procesos terapéuticos desde la conducta o en los conflictos internos inconscientes. En la actualidad la psicología humanista está compuesta por diversas teorías y técnicas para la implementación psicoterapéutica dentro de las cuales se encuentra la terapia centrada en la persona del Carl Rogers, la cual parte de la hipótesis que el ser humano por sí mismo tiene los medios necesarios para generar su autocomprensión y para establecer los cambios respecto a la percepción de sí mismo, de sus actitudes y comportamiento, por lo cual en el transcurso de esta reflexión crítica hablaremos de la importancia que tiene la implementación de la terapia centrada en la persona desde una mirada psicopatológica en un proceso terapéutico humanista.
Es fundamental tener en cuenta que en esta terapia se habla sobre la importancia de generar en el espacio terapéutico un clima favorable, en donde el paciente se sienta seguro, confiado de su terapeuta y en donde el psicólogo por medio del proceso no directivo acompañe al paciente en la búsqueda de herramientas para que este pueda manejar su vida y solucionar sus problemas conforme se vayan presentando, en este proceso se busca trabajar en las necesidades del paciente y no en encajarlo en un diagnostico como se pretende en los modelos psicopatológicos clásicos de las corrientes psicológicas dinámica y cognitivo conductual por medio del manual diagnostico DSM 5.
Desde esta terapia se habla sobre la importancia de reconocer y tratara a los pacientes como personas únicas, dignas de respeto, con el derecho de identificar y evaluar sus experiencias como lo crea pertinente, además de tener la capacidad de elegir autónomamente lo quiere ser y como lo va hacer, cada persona es un mundo y por ende es necesario adentrarse en este, comprenderlo para así desde el proceso psicológico brindar un acompañamiento adecuado, en donde la persona sea el centro de la intervención y no se utilicen etiquetas diagnosticas como en los modelos tradicionales generando de esta manera rotulaciones y concepciones psicopatológicas en los pacientes, en donde se centren en sus patologías y dejen de lado su esencia humana. El ser humano es valioso en todo su esplendor y por ende no es necesario hacerlo encajar en un diagnóstico, ya que lo realmente importante son sus experiencias y la concepción que tiene de sí mismo y de su vida.
Para Rogers el ser humano desde su infancia debe ser tratado como una persona única, digna de respeto y autónoma, quien viven en su propio mundo y no siempre es consciente de sus experiencias, ya que algunas se dan de manera inconsciente por lo cual es importante trabajarlas desde psicoterapia; también establece que el ser humano nace con la tendencia de realización, que si no es estropeada en la infancia puede desarrollarse como una persona plena, abierta a nuevas experiencias, reflexiva, con capacidad de reconocer su valor y de quienes lo rodean, si este no es el caso se generar inadaptación en la persona convirtiéndola en alguien cerrada, rígida y sin la capacidad de reconocer su valor y el de los demás y es allí donde se ve la importancia y pertinencia de realizar un proceso psicológico desde la terapia centrada en la persona en donde el psicólogo sea empático, autentico y congruente, esto favorecería a que la persona adquiera los elementos necesarios para vivir auténticamente, respetarse a sí mimo y a quienes lo rodean, crecer y llegar a la autorrealización constante y continua en su cremento personal. Se debe tener en cuenta que el alcance de esta terapia se centra en el desarrollo personal y en la adquisición de elementos para que la persona en un futuro pueda comprender y resolver las problemáticas que se le presenten en su cotidianidad por sí mismo.
Para tener una mayor claridad respecto a la importancia que tiene para los psicólogos humanistas adquirir una mirada psicopatológica desde esta terapia, se pondrá como ejemplo el tratamiento terapéutico que se realizaría en el trastorno límite de la personalidad, se debe tener en cuenta que esté trastorno impacta significadamente en la forma en que la persona piensa y sientes respecto a sí mismo y quienes lo rodean, lo cual genera problemáticas constantemente debido a la alteración de sus pensamientos, y emociones. En el proceso psicológico se trabajaría la concepción de sí mismo, la búsqueda de la libertad, el funcionamiento óptimo en la adquisición de la salud y la satisfacción con la vida, teniendo en cuenta la apertura a la experiencia en donde la persona confié en sus capacidades para resolver y asumir las situaciones que se le presenten en su cotidianidad, el vivir existencial sin realizar ningún control de las experiencias que se generen y la creatividad que consta en establecer nuevas relaciones, adaptarse, cambiar y ser armónico entre sus necesidades y lo que se genere en su entorno, ser una persona autentica sin utilizar máscaras, sin centrarse en los debería para ser aceptado y sin agradarle a los demás, ser una persona autónoma, congruente, tener apertura a la experiencia asiéndose consciente de sus pensamiento y actitudes tal cual como se generan y, además, en la adquisición del foco interno de evaluación en donde la persona encuentra en sí mismo las valoraciones necesarias para actuar sin la necesidad de esperar la aprobación externa.
Para concluir se debe tener en cuenta que la terapia centrada en la persona tiene como prioridad para terapeuta ver al otro como una persona autónoma y con la capacidad de desarrollar sus habilidades para la comprensión del sí mismo, en la búsqueda de un proceso de transformación y en la tendencia de la actualización constante, esto solo se puede llevar a cabo si la terapia se centra en la persona, en sus necesidades, virtudes y en donde se le muestrea a esta que es ella quien puede generar los cambios y buscar la libertad potencializando la confianza y el respeto por sí mismo.
Referencias.
- Guía de práctica clínica sobre trastorno límite de la personalidad. Información obtenida en: https://consaludmental.org/publicaciones/GPCTrastornoLimitePersonalidad.pdf
- Psicoterapia centrada en el cliente. Información obtenida en: Rogers, Carl – Psicoterapia centrada en el cliente.pdf
- Person-centered diagnosis and tratment in mental health. Información obtenida en: file:///D:/Users/user/Downloads/Enfoque%20Centrado%20en%20la%20persona%20pdf%20(1).pdf
- Teorías de la personalidad. Información obtenida de: http://biblio3.url.edu.gt/Libros/2013/teo-per/13.pdf